Anteriormente el soporte de la equipología biomédica en las entidades de salud estaba prestada por profesionales que no reunían el perfil para el manejo de dicha tecnología como los ingenierios mecánicos, eléctricos y electrónicos que si bien conocían perfectamente los conceptos de desarrollo de equipos como tal, desconocían la función del cuerpo humano.
Quince años atrás, se vio la necesidad de la existencia de un profesional especializado en estas entidades de salud que tuviera un manejo profundo en dichas tecnologías ya que este profesional además de contar con sus conocimentos de rigor, debe tener un conocimiento detallado de la anatomía y fisiología del cuerpo humano. Es así, como en nuestro país se vio la necesidad de reglamentar el manejo de estos equipos plasmándose en la ley 100 del sistema general de salud en el que en uno de sus capítulos exige que la tecnología biomédica debe ser manejada por personas calificadas como bioingenieros, ingenieros biomédicos y electro-médicos. Cada entidad hospitalaria a su vez debe tener un departamento de electromedicina independiente del departamento de mantenimiento general.
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